De acuerdo a Rose Marie Garay, investigadora del Programa de Reducción de Riesgo de Desastres de la U. de Chile (CITRID), la erradicación de los eucaliptos como propuso el alcalde Jorge Sharp no sería la solución, pues hay otras zonas en donde hay árboles autóctonos y las casas también se ven en riesgo por incendios.
Hasta el momento el gran incendio que afecta al cerro Playa Ancha en Valparaíso desde el día de ayer ha dejado 19 heridos, 143 albergados y 140 casas afectadas.
Entre los factores de riesgo que más han sido reiterado por las autoridades son los fuertes vientos que comúnmente están en el Cerro Playa Ancha, la ola de calor que afecta al sector y que estará presente hasta este jueves, los basurales ilegales que se encuentran en las quebradas, el difícil acceso que tuvo Bomberos producto de la topografía del lugar, y por último, la presencia de eucaliptos, árbol no autóctono de la región y que cambió el ecosistema del lugar haciéndolo más seco.
Con respecto a este último punto, el alcalde Jorge Sharp señaló que la erradicación de éste árbol y la reforestación con especies nativas sería una de las prioridades para prevenir incendios en la ciudad de Valparaíso.
Sin embargo, este tipo de árbol no sería el principal culpable de que los incendios se expandan con tanta facilidad en los cerros. Según Rose Marie Garay, Ingeniera Forestal académica de Universidad de Chile e investigadora del Programa de Reducción de Riesgo de Desastres, el factor más importante dentro de estos grandes incendios que han afectado Valparaíso es la cercanía que tienen las zonas forestales con las poblaciones del sector.
“No es solo que un árbol (el eucaliptus) tenga características más pirofíticas que otros, sino la falta de regulación que establezca que los árboles estén alejadas de las zonas urbanas. Hay otras zonas en donde hay árboles autóctonos y en donde las casas también se ven en riesgo por incendios“, explica. “Entonces no son solo los eucaliptos. El problema no es un árbol en particular, sino de regulación, que se limiten las áreas verdes y las áreas urbanas”.
OTROS FACTORES
Según indicó la experta a La Tercera, como estamos en condiciones de cambio climático la combinación 30-30-30 se ve aún más seguido, y esto aumenta las probabilidades de incendio forestal. “Tenemos temperatura de más de 30 grados, vientos superiores a los 30 nudos y una sequedad del suelo del 30%, y a esto le sumamos el hacinamiento con el que se vive en esa área, y que las casas estén ubicadas en lugares de difícil acceso”.
Según Garay, de los grandes incendios anteriores de Valparaíso se sacaron lecciones importantes, tales como la habilitación de la limpieza de las quebradas, alejar a las casas de la biomasa y proveer de agua a las zonas altas de ValparaÍso, sin embargo “nada de eso ocurrió” en los cerros para prevenir este nuevo incendio. “Al final solo se termina actuando en el momento”.
“En Valparaíso hay recursos para actuar durante la emergencia, pero la normativa no ha hecho nada para tener recursos preventivos y educativos. Estoy segura que todas las instituciones responsables de emergencia saben que hay cosas que se pueden hacer en materia de limpieza y sobre el agua, pero no hay recursos”, explicó.
“Aquí hay un tema central: tienen que anticiparse para tener mejores planes de prevención sobre la emergencia. Lo que necesitamos es que se trabaje con las comunidades, empoderando a las personas de lo que les puede llegar a ocurrir, que sepan como actuar, que sean capaces de organizarse“.
Publicado en La Tercera.