Carlos Güida, Director de CITRID y académico del Departamento de Atención Primaria de la Universidad de Chile, junto a Adriana Espinoza, académica de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales y miembro también de CITRID, estuvieron el sábado 15 de septiembre en la localidad de Quintero en la región de Valparaíso.
Ambos se dieron cita con representantes de diversos movimientos sociales de la zona, reunidos en un cabildo abierto, con el propósito de evaluar la situación y ver la posibilidad de cooperación ante la crisis medioambiental que se vive producto de las emanaciones tóxicas industriales de los últimos días.
La vocera del cabildo, Andrea Lobos Bernal, señaló que la instancia ciudadana constituye una opción en donde todas las personas interesadas pueden colaborar y dar ideas en torno a la contaminación que les afecta. «Es así como hemos desarrollado un petitorio de las necesidades que tenemos, partiendo por solicitar la homologación de las normas en relación a la Organización Mundial de la Salud».
La vocera también indicó que quieren levantar una alerta sanitaria porque consideran que la situación ya no corresponde a una alerta medioambiental. «Sabemos, a través del apoyo que hemos recibido del Colegio Médico, que se trata de un tema sanitario donde hay efectos muy graves para la salud de la gente por los componentes emanados que se han encontrado».
En la bahía de Quintero se ubican desde hace alrededor de 50 años diversas industrias de energía, químicos y combustibles que operan en lo que actualmente se conoce como «zona de sacrificio ambiental». Los habitantes del lugar se han visto expuestos principalmente a la contaminación de gases tóxicos que en las últimas semanas ha alcanzado niveles preocupantes.