A las 15.10 horas del 22 de mayo de 1960, se registró el terremoto más grande de la historia de Chile con una magnitud de 9.5 en la escala de Richter. Tras 60 años, la destrucción de este hecho permanece en la memoria colectiva, e investigadores de la Casa de Bello convergen en la importancia del trabajo transdisciplinario para enfrentar este tipo de catástrofes, encontrando puntos en común con los problemas asociados a la actual crisis sanitaria.
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