[Publicado originalmente por Alta Ley el 30 de agosto de 2019]
El investigador del Centro de Investigación en Energía Solar SERC-Chile vislumbra un futuro prometedor para la energía fotovoltaica en el país, tras la publicación del estudio “Carpe Solem: Solar mining opportunities for Chile”, realizado en conjunto a la universidad de Stuttgart, Alemania. El informe, cuyo objetivo fue identificar oportunidades de integración de energía solar en procesos mineros y metalúrgicos, demuestra la factibilidad de desarrollar un círculo virtuoso entre ambas industrias, avanzando de ese modo hacia una minería verde y con bajos costos energéticos.
El director del Departamento de Ingeniería de Minas de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile e investigador asociado del Centro de Investigación de Energía Solar (SERC-Chile), Willi Kracht, se encuentra difundiendo por estos días los resultados de un estudio de alto impacto para el sector minero: “Carpe Solem: Solar mining opportunities for Chile”. Un trabajo académico realizado junto a la Universidad de Stuttgart, en Alemania, para Identificar oportunidades de integración de energía solar en procesos mineros y metalúrgicos.
Se trata de un estudio que explora las dificultades de la minería chilena para reducir sus costos en energía, las tendencias de mercado en tecnología solar y su potencial contribución a la economía chilena, las sinergias entre los desafíos del sector minero y las capacidades de la tecnología solar y las oportunidades de integración concretas entre ambas industrias.
Willy Kracht habló con Alta Ley sobre el impacto de estas conclusiones y el camino que debiera tomar el país respecto de su potencial solar. “El avance de las energías renovables es imparable”, asegura.
¿Cuáles son las principales conclusiones del estudio Carpe Solem?
En el estudio se concluye que la energía solar se presenta como una alternativa atractiva para minería como fuente de energía limpia y de bajo costo. Se muestran distintas alternativas de integración de energía solar a lo largo de la cadena productiva, las que permiten incluso proyectar una minería 100% solar.
¿Cuáles son los desafíos del país en torno a energía solar que se desprenden del estudio?
El estudio se centra en el uso de energía solar en minería, no obstante, también se dedica parte de él a evaluar los beneficios que significarían para el país si nos transformamos en desarrolladores de tecnologías solares a nivel local. Si se opta por esa alternativa, se puede pensar en implementar un enfoque de economía circular que involucre a ambas industrias, solar y minera, lo que permitiría generar una relación virtuosa que tiene potencial para dar un sello distintivo a nuestra minería.
The Washington Post se refirió a Chile como la «Arabia Saudita solar» ¿Está usted de acuerdo con esta calificación? ¿Por qué?
Comprendo la analogía, pero creo que presenta un par de elementos que merecen atención. El primero es bastante obvio, la energía solar corresponde a una fuente renovable y limpia de energía y en ese sentido el petróleo estaría en las antípodas de esa descripción. El segundo elemento tiene que ver con el alcance global que tiene Arabia Saudita con su petróleo, debido a que este se puede almacenar y transportar. La energía solar en cambio tiene un impacto más local, a no ser que se consideren alternativas como la generación de combustibles solares, como por ejemplo hidrógeno producido con energía solar. Para lograr que el potencial solar de Chile tenga un impacto a nivel global, es necesario encontrar formas de almacenamiento, como combustibles solares, que permitan su transporte seguro por largas distancias.
Años atrás parecía que las energías renovables eran solo una declaración de buena voluntad con un impacto bastante marginal. Hoy se habla de ellas como un elemento crítico para el futuro del planeta. ¿Cómo proyecta usted la discusión a futuro? ¿Qué acciones debieran tomarse a nivel global para lograr la transición energética?
Me parece que la discusión sobre la inclusión de energías renovables y el avance de las mismas tomó una fuerza tal que es muy difícil pensar que se pueda retrotraer hasta el lugar que tenía años atrás. Creo que a pesar de los intereses e influencia que pueda ejercer la industria del petróleo, el avance de las energías renovables es imparable. Al hacer la proyección se podría asegurar que la transición energética va a ocurrir y por lo mismo hay que preparados ya que impone desafíos en términos de desarrollo de tecnologías, trazabilidad y adecuación de procesos productivos. Desde el sector minero, por ejemplo, es importante hacerse cargo de que la transición energética, además de representar una demanda adicional de recursos, va ir acompañada de requerimientos cada vez más exigentes a los metales y minerales, en cuanto a emisiones de carbono refiere, lo que sugiere que hay una relación bidireccional virtuosa entre transición energética y minería de bajas emisiones. Como país tenemos un tremendo potencial que aprovechar aquí y no deberíamos escatimar en esfuerzos para aprovecharlo de la mejor forma posible.