A través de una transmisión en vivo, especialistas dialogaron sobre los componentes de la desigualdad en Chile y sus fuertes implicancias en el desarrollo de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
El pasado jueves 02 de julio se desarrolló el webinar “Pandemias vulnerabilidad y territorios: diagnóstico y propuestas de abordaje”, seminario que buscó analizar la crisis sanitaria y social desde una perspectiva transdisciplinaria. La instancia fue organizada por el Programa de Reducción de Riesgos y Desastres (CITRID) de la Vicerrectoría de Desarrollo e Investigación (VID) de la Universidad de Chile, cuyo objetivo es atender los requerimientos del Estado y la sociedad chilena en materia de riesgos de desastre socio naturales.
El panel fue moderado por Hortensia Morales Courbis y contó con la participación de Carmen Paz Castro, Vicedecana de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo; Camilo Arriagada, académico del Departamento de Urbanismo; Sonia Pérez, académica del Departamento de Psicología y Vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios; Eduardo Tobar, académico del Departamento de Medicina y Jefe Técnico de Unidad de Pacientes Críticos del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Carlos Güida, académico del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar y Director del CITRID, destacó la importancia de estas instancias en la vinculación con el medio. “Las perspectivas interdisciplinar y transdisciplinar resultan cruciales para enfrentar las crisis que atravesamos como sociedad, tanto en el escenario nacional, latinoamericano y global.La mirada académica en momentos críticos es imprescindible, siempre en diálogo con otras miradas, sea con el mundo político, la sociedad civil o las diversas comunidades”.
Así, especialistas dieron cuenta de expresiones territoriales de la desigualdad como lo son el traslado, el acceso a servicios, el hacinamiento domiciliario o la salud mental e interactuaron con el público a través de preguntas. Las presentaciones del webinar buscaron ampliar la mirada con la que se está abordando la crisis, más allá de lo sanitario o económico, entregando un debate integral sobre los desafíos que debe abordar el país.
La pandemia como desastre, un panorama actual
A través del cruce de datos otorgados por el Reporte Diario de Contagios del Ministerio de Salud (MINSAL) y organismos internacionales, Camilo Arriagada, experto en vulnerabilidad socioeconómica y desarrollo urbano, destacó que si bien la letalidad de casos en Chile, en relación a países de la OCDE y Oceanía, es baja, existen cifras como la alta tasa de incidencia acumalada a las que se debe prestar atención.
Según los datos presentados por el académico, el exacerbado índice de contagios se vincula con la exposición de la Población Económica Activa (PEA) en un contexto laboral precario y desigual. “Más del 40% de la PEA reside en la periferia y debe trabajar en otras comunas, sino queda relegada a la inactividad. En Chile, la informalidad del empleo es del orden del 40%, lo que explicaría que la reducción de viajes durante la cuarentena no atiende a los factores esperados por la OCDE y es un medio de difusión del contagio”, destacó Arriagada.
Elementos como la calidad y cantidad de viviendas también son claves para comprender este fenómeno. Según los datos expuestos por Carmen Castro, experta en resiliencia y vulnerabilidad, la cantidad de viviendas con hacinamiento crítico “aquellas donde hay más de 5 personas por habitación en comunas como Vitacura es de 27 casos, mientras que en Puente Alto aumenta a 631. La diferencia se estrecha aún más en el análisis de déficit de viviendas donde la primera comuna presenta tan solo 301 casos versus los 7.593 en Puente Alto”, expuso la académica en su presentación.
“Quizás como nunca antes en el país, hemos podido advertir la enorme desigualdad o inequidad que tiene esta expresión territorial. Las grandes brechas que hemos podido observar, que para muchos no eran visibles, es algo que se viene arrastrando de todo el proceso de nuestra historia y es causa del modelo de desarrollo de nuestro país hace ya cuatro décadas”, enfatizó Castro.
La falta de protección social de la comunidad migrante también fue un tópico abordado. Según el Proyecto de Sistemas de Arriendo Protegido del Fondo FAU: 35% de los/as migrantes pagan más de $215 mil por vivir hacinados/as. Realidad que está marcada por el arriendo precario-abusivo: del total de 772 mil migrantes en ciudades, mil son arrendatarios, lo que corresponde al 19% del total de arriendo en Chile. “Hecho vinculado a los cerca de 2 mil inmigrantes que hemos visto acampando en las calles de Santiago entre abril a junio del presente año”, destacó Arriagada.
Sin embargo, la desigualdad no solo se ve expresada en cuestiones materiales, sino además tiene un fuerte impacto en las subjetividades y salud mental de la ciudadanía. “Podríamos decir que el impacto de la pandemia en la subjetividad y en la salud mental se distribuye desigualmente, así como se distribuye desigualmente el ingreso, los riesgos y otro tipo de amenazas ”, afirmó la académica del Departamento de Psicología de la Uchile y experta en vulnerabilidad en desastres socionaturales, Sonia Pérez.
Desde la medicina al hablar de vulnerabilidad y territorio, el foco está puesto en el punto de vista sanitario. La inequidad en la distribución de camas críticas o la cantidad de equipos médicos y de enfermería entre los servicios públicos y privados, son aspectos que evidencian claramente la desigualdad. Eduardo Tobar, experto en medicina intensiva y Jefe Técnico de Unidad de Pacientes Críticos del Hospital Clínico de la Universidad de Chile destaca el caso crítico que vive el Hospital San José. “Es el único hospital público del área norte que atiende alrededor de un millón y medio de personas (…) en un sector con elevadísimos niveles de hacinamiento, de migración, de gente que tiene ingresos informales” indicó en su presentación.
Factores como la comorbilidad, el timming de consulta, las redes de soporte, el acceso a bienes básicos y cumplimiento de las medidas sanitarias también son claves para analizar cómo se traduce la desigualdad en mayor o menor vulnerabilidad en la población desde un punto de vista médico. “Sabemos que los pacientes que vienen de comunidades más vulnerables se demoran en consultar, y pueden llegar más graves, directamente, por ejemplo, a tener que entubarse de emergencia.”, destacó el especialista.
La pandemia como una posibilidad de cambio
El llamado del CITRID fue a pensar la crisis como desafío. Así, los y las panelistas resaltaron el rol que deben jugar conceptos como el trabajo intersectorial, la transdisciplinariedad, descentralización e integración de la ciudadanía en el desarrollo de las futuras políticas públicas. “No es menor que quienes han participado en la webinar en calidad de panelistas, ocupan lugares muy destacados en la atención de la realidad actual”, destacó el Director del Programa.
“Adelantarnos a la generación del desastre y no tomar medidas de su desarrollo, nos llevará a evitar el sufrimiento humano, a convertirnos en en una nación resiliente que confía en sus instituciones (…) donde la ciudadanía organizada se considere como parte integrante de la gestión de riesgo y no como entes pasivos, en un modelo subsidiario que ha debilitado la participación y la responsabilidad social”, fueron las palabras de la Vicedecana de FAU.
En la línea de la ciudadanía, hechos como el estallido social también fueron destacados por los y las expositoras como desafío que la academia considerar. “En Chile la subjetividad de una solidaridad no recíproca, el individualismo competitivo, las formas de vivirnos en sociedad a partir de nuestro propio esfuerzo y con los valores de la meritocracia hacen que no podamos vivir nuestra subjetividad de otra manera o que nos cueste comprender que hay otras formas de construir sociedades”, reflexionó la Vicerrectora de Asuntos estudiantiles y Comunitarios, Sonia Pérez.
Pensar nuevos modelos de desarrollo con mayor articulación entre los organismos gubernamentales, fortalecer los gobiernos regionales y cambiar las lógicas de construcción urbana, son parte de la reflexión que realizó el Académico del Departamento de Urbanismo, Camilo Arriagada. “Esto exige territorializar tanto la reactivación económica como la Política Nacional de Desarrollo Urbano, a la par de un fuerte empoderamiento y traspaso de competencias a gobiernos regionales. Se debe corregir décadas que arrastran carencias de servicios sociales e inversiones públicas y privadas debido al sesgo concentrador y centralista de nuestro desarrollo”.
Cuestionar nuestro modelo de crecimiento en miras a uno menos individualista y abrir nuevas posibilidades de trabajo conjunto son algunos de los tópicos que resaltan en todas las exposiciones. En ese sentido, el doctor Eduardo Tobar, destacó que por primera vez el sistema de salud funciona como una red integrada público-privada, hecho sin precedentes hasta ahora. Acción que debe mirar los desafíos clave que plantea esta pandemia en el área de salud: fortalecer los servicios de atención primaria.
“La webinar ha sido una de las modalidades de pensar y pensarse desde la transdisciplina, promoviendo esa misma actitud en quienes han participado. Eso implica la multidireccionalidad en los procesos de comunicación y aprendizaje con los otros”, señaló Güida. La positiva participación del público y el trabajo expuesto por las y los panelistas, busca ser replicado en futuras instancias por el Programa que trabaja en función al rol que Universidad de Chile está desarrollando en la actualidad.
Quienes quieran revivir el conversatorio, podrán hacerlos a través de la fanpage del CITRID, plataforma donde se divulgan las diversas acciones online que el programa está desarrollando en atención al acceso de la información en tiempo de crisis.