Según datos proporcionados por SENADIS en 2022, más de un 16% de la población cuenta con alguna discapacidad. Se trata de un grupo de personas que en casos de emergencia necesita contar con una planificación, por ejemplo, frente a la necesidad de escape. Y a pesar que existen avances en la materia, expertos aseguran que aún queda mucho por hacer.
Muchos eventos han ocurrido en 13 años en materia de desastres socionaturales pero el terremoto 8,8 que en 2010 sacudió a la zona central de Chile, quedó marcado en la memoria de muchos y muchas que ahora saben, en forma más consciente, que vivimos en un país ubicado en una zona muy propensa a este tipo de eventos, incluyendo incendios forestales, inundaciones y erupciones, por mencionar algunos.
Bajo ese contexto aparece un sector de la población que cuenta con algún tipo de discapacidad, haciendo más complejo, por ejemplo, una evacuación rápida de un edificio sin que exista una planificación previa que permita el desarrollo de un plan estratégico en el caso de un terremoto o tsunami.
De acuerdo con la información que entrega el Segundo Estudio Nacional de la Discapacidad 2022, elaborado por el Servicio Nacional de la Discapacidad SENADIS, el 16,7% de la población local tiene alguna discapacidad. No obstante, la cifra se duplica si sumamos elementos como la dependencia leve, moderada o severa de una persona con discapacidad, por ejemplo, con un familiar, aumentando el número de afectados relacionados con este ámbito a un 33,4% de la población nacional.
Avances desde 2010
Esta es la reflexión de Carlos Kaiser, director ejecutivo de la ONG Inclusiva. Según explica, hoy el país se encuentra en un nivel de preparación variado desde una perspectiva práctica, política y de Estado. “En la época del terremoto y tsunami de 2010 no existía conciencia sobre la importancia de la inclusión de las personas con discapacidad en la gestión del riesgo de desastres”, afirma.
Sin embargo, agrega que “hoy existe una mesa transversal de discapacidad y adulto mayor, el Estado de Chile ratificó la convención de derechos humanos para personas con discapacidad; también es parte del marco de Sendai, instancia vinculada a la gestión del riesgo de desastres en casos inclusivos”, dice, dejando en claro que aún falta mucho por hacer.
Nivel de preparación necesario
Tras este hecho traumático, la organización Panamericana de la Salud en 2010 elaboró un documento donde afirma que “la respuesta general del Ministerio y de las subsecretarías de Redes Asistenciales y de Salud Pública, así como la acción de las distintas direcciones y unidades del sector, tuvo dificultades por la ausencia de planes de atención a emergencias y desastres”.
Una conclusión importante que abarca otras dimensiones. Pero la buena noticia, dice Carlos Kaiser, es que “existe una voluntad que debemos ampliar”, en cuanto al desarrollo de una planificación más sólida frente a desastres y personas con discapacidad. Por ejemplo, “SENAPRED tiene una mesa transversal de discapacidad y adulto mayor, se ha trabajado con MINSAL en implementar INGRID H que es un instrumento que permite crear seguridad frente a desastres y emergencias protegiendo a personas con discapacidad en hospitales. Se ha trabajado en un programa de gestión inclusiva del riesgo de desastres y discapacidad con el GORE de Valparaíso”, entre otras iniciativas que destaca el director de la ONG Inclusiva.
Medidas básicas
Los “planes familiares” surgen como una gran herramienta que permite contar con una organización previa para actuar de manera rápida y eficiente en caso de desastre y evacuación de una persona con discapacidad.
Desde esta perspectiva y con el fin de colaborar en materia de información, laONG Inclusiva creó una serie de planes de este tipo inspirados en la experiencia en diversos países del mundo que han logrado buenos resultados con estas acciones. “En el hogar se deben evitar barreras del entorno que dificultan evacuar, se debe asignar roles dentro de la familia para enfrentar emergencias, tener preparado un kit de emergencias inclusivo con elementos que sean necesarios y contar con redes de apoyo”, señala Carlos Kaiser.