La primera autoridad de la comuna ubicada en la Región del Bio Bio conversó con CITRID, para hablar sobre el proceso de reconstrucción de la comuna que en febrero de este año vio cómo el 71% de su superficie total se transformó en cenizas producto de los incendios forestales.
El febrero próximo se conmemora el primer año de los devastadores incendios que afectaron a la comuna de “Santa Juana” en Concepción, donde el fuego terminó con la vida de 13 personas, dejó 300 casas quemadas, 1.200 damnificados y 64.518 hectáreas siniestradas; vale decir, un 71% del total de la comuna transformado en cenizas.
“Estamos más preparados que en la temporada pasada”, dice Ana Albornoz, alcaldesa de la comuna de Santa Juana, localidad de la región del Bio Bio que pertenece a un mundo rural que fue arrasado literalmente por el fuego, situando a los incendios de febrero de 2023 por encima del desastre vivido en Santa Olga en 2017 a causa de los letales incendios forestales.
“Hemos establecido ítems para la reconstrucción como cortafuegos, capacitación de vecinos y vecinas de esta 90 horas en prevención de riesgo, para que puedan saber cómo asistir a una persona que está combatiendo o que se ve afectada en caso de incendio forestal” cuenta Ana Albornoz, «abogada, feminista, de origen campesino, alcaldesa de Santa Juana, bullanguea y libertaria», según se describe a sí misma en su cuenta en Twitter.
“Lo que nos falta es un tema estructural que queremos tener el próximo año, como brigadas del Ejército, participación que manifestamos como algo prioritario; también contar con un sistema de comunicaciones de emergencia del que se viene hablando desde 2010. Cuando hay megaincendios se cortan las comunicaciones y eso impide mantener las cadenas de mando y, por último, contar con sistemas de agua que no tenemos. Antes del incendio repartíamos agua en camiones aljibe a 1.090 y hoy estamos en 4.445”.
¿Considera que existen desafíos extra en materia de reconstrucción para el mundo rural?
El mundo rural está absolutamente olvidado por el Estado, por los privados, por los parlamentarios, hay falta de asesorías técnicas, servicios. En muchas comunas rurales no hay agua o luz eléctrica y es algo normal para nosotros, pero en Santiago no lo entienden así. Que no haya centros de salud, centros educacionales, que no haya una regulación del territorio rural donde hay sectores con plantaciones forestales y sectores habitacionales entremedio o la ausencia de infraestructura crítica e infraestructura donde las personas puedan guarecerse de estas catástrofes. Esos temas están invisibilizados.
¿Ha visto avances en estas materias?
Hoy tenemos una oportunidad con la creación del Consejo Nacional de Desarrollo Territorial, que fusionó el aspecto rural con el mundo urbano para relevar e interpelar, diría yo, al mundo urbano sobre el abandono que hay en relación a lo rural y ese es el principal desafío que tenemos en materia de reconstrucción.
¿Qué necesita una comuna como la suya para reducir el riesgo de desastre?
Estamos trabajando con el Gobierno en el programa “Pequeñas localidades”, estamos creando el vivero de bosque nativo, que genere trabajo y además apoye la biodiversidad y los procesos de reforestación. También estamos trabajando en los barrios para poder atender rápidamente la necesidad de viviendas de nuestros vecinos y vecinas. Estamos innovando, haciendo cooperación internacional, pero nos faltaban temas estructurales que no podemos solucionar de un año para otro. Por ejemplo, Santa Juana no tiene hospital y nos dicen que no podemos tener mejor atención primaria, porque hay muy pocos habitantes.
Pero creemos que tenemos que generar urgencias dignas. No teníamos ventilador de transporte, después del incendio tenemos. No contábamos con ambulancias avanzadas, incubadora para los niños y niñas que nacen en una condición de emergencia, no teníamos sala de parto, no tenemos proyectos de agua, no tenemos educación rural y urbana de calidad. Todo eso impide que podamos resistir una catástrofe.
¿Cómo califica el aporte que entrega a su comuna la presencia de los estudiantes de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, que visitaron Santa Juana en noviembre para trabajar en materia de reconstrucción desde su área de especialización?
Lo considero fundamental y muy relevante para la sociedad chilena. La Universidad de Chile es la mejor universidad del país. Tuve la oportunidad de reunirme con ellos y con su profesora guía y les manifesté que ellos son una élite dentro de una élite, porque los abogados somos una élite y las personas que pueden asistir a la universidad también lo son para el mundo rural. Nosotros tenemos cuarto básico promedio educacional en mujeres y séptimo en hombres. Entonces los hijos e hijas de los campesinos y campesinas no llegan en su gran mayoría a la universidad, somos muy pocos los que tenemos ese privilegio.
Por eso que ellos vayan a la comunidad, vean las dificultades de acceso y que en el fondo, habilitando a una persona legalmente para contratos de usufructos, de comodato, haciendo la asesoría para poder divorciarse o habilitar a personas a poder postular a un subsidio para la reconstrucción, para tener una casa durante el invierno, es un gran aporte.